sábado, 5 de abril de 2008

Selección... ¿Natural?

Es increíble la cantidad de avances en ingeniería genética que se han logrado. Millones de características y defectos hereditarios han sido identificados y ya hay técnicas para seleccionar y modificar determinados genes para obtener algo. Ahora, tenemos que tomar parte en el gigantesco dilema que ya se nos está presentando.

Teniendo la posibilidad de mejorar la especie humana, hacerla más resistente a enfermedades, mejorar sus características (inteligencia, fuerza, agilidad), ¿debemos hacerlo? ¿O es más ético dejárselo decidir al azar?

En el pasado, la respuesta hubiese sido simple. La naturaleza selecciona por sí misma a los más aptos, quien sobrevive y tiene más descendencia reparte sus genes entre sus vástagos, y luego de una determinada cantidad de tiempo, las mutaciones aleatorias que mejor se adapten al medio serán las que sobrevivan.

Ahora, en las sociedades humanas ya no existe la selección natural. Quien tiene mayor descendencia muchas veces no es el que tiene alguna ventaja en sus genes, sino alguien que no tiene planificación familiar o no posee educación ni previsión. Si ya modificamos el proceso de selección natural, debemos dejar la evolución de la especie al azar? Si se puede evitar una enfermedad genética en un nuevo ser, debemos obligarlo a sufrirla sólo para asegurar la diversidad genética? Eso es como decir que no hay que curar a un enfermo porque una sociedad completamente sana perdería diversidad.

Ahora, el otro extremo. La selección artificial llevada al extremo. El caso distópico de "Un mundo feliz", en el que la raza humana está dividida en castas (humanos alfa y beta para el pensamiento, gamma, delta y epsilon para las tareas físicas). O una raza de híbridos, humanos con genes animales para mejorar ciertas características. O peor aún, una única variedad genética, toda la humanidad con los mismos genes. Todos gemelos. Es ético permitir esto?

Algo de lo que estoy completamente seguro es que la humanidad nunca dejó de aplicar y utilizar la tecnología descubierta. Por más miedo y peligro que pudiese causar, nunca se logró detener el avance científico (a lo sumo retrasarlo). Además, cada nuevo conocimiento generalmente fue desvirtuado de alguna manera por el mismo ser humano para ser utilizado con otros fines (ej: tecnología nuclear, utilizada con fines bélicos, al igual que la turbina a vapor, la pólvora, etc). Por lo tanto, aún sabiendo que cualquier avance puede significar una nueva arma, se debe continuar avanzando, porque también puede significar una mejora enorme en la calidad de vida de la población. Además, es inherente al ser humano el deseo de investigación, la curiosidad científica, la necesidad de desarrollo (es decir, no da resultado mantener una sociedad estancada en el tiempo, porque termina degradándose).

En conclusión, no se debe impedir la investigación, y no creo que debamos impedir una mejoría en la calidad de vida de las futuras generaciones eliminando las enfermedades genéticas. Ahora, una vez que se eliminen las enfermedades genéticas, quedamos sólo a un paso de permitir la eliminación de características (como ser bajo, gordo, tener ojos o piel de un color determinado) por motivos estéticos o raciales, que a mi entender, no deben ser permitidos jamás.


En cuanto al tema del mejoramiento de la raza humana (es decir, buscar que las siguientes generaciones sean más fuertes, inteligentes, ágiles, una especie de superhumanos) no estoy para nada seguro ni definido. Por un lado, es verdad que este proceso ya no se realiza naturalmente, sino por el azar, y eso no es muy bueno, pero ¿Podemos nosotros, siendo seres humanos, determinar cuáles son nuestras mejores y peores características? ¿Qué es lo que nos da ese derecho? ¿Debemos tomar la gigantesca responsabilidad de comenzar a guiar a la humanidad por un camino, o debemos sentirnos seguros caminando a ciegas?

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